Cómo hacer que tus zapatillas duren más

Estos sencillos consejos harán extender la vida de tu calzado de running

Estas sugerencias pueden ayudarte a reducir los desechos y practicar el running de manera más consciente.

La buena noticia es que cuidar mejor al planeta es muy parecido a convertirse en un mejor corredor: tus hábitos diarios aportan lo suyo. Incluso algo tan pequeño como cuidar tu calzado deportivo para que dure más puede marcar una gran diferencia con el tiempo si hace que sea menos probable que compres otro par antes de necesitarlo.

1. Crea un vínculo con tu equipo

"Crear empatía por las cosas que tenemos: esa es una gran oportunidad para adoptar prácticas más sustentables", dice Shelby Wauligman, una diseñadora de ropa de running de Nike. "Cuando respetamos las cosas, es más probable que podamos extender su vida útil".

Crear un vínculo con tu calzado de running puede venir de algo tan simple como cambiar las agujetas por unas personalizadas, escribir una cita inspiradora en las plantillas o ponerlo en el bolso cuando salgas.

2. Corre con el calzado adecuado para cada actividad

Te dejamos algunos consejos para la próxima vez que vayas de compras: "Pregúntate qué quieres de tu carrera, no qué quieres de tu calzado".

Si quieres obtener lo mejor de tu calzado y de tu carrera, pregúntate "por qué" antes de comprarlo. ¿Quieres incorporar un poco de naturaleza? El calzado de trail running soportará mejor el terreno rocoso y variado. Si lo que quieres es acumular kilómetros en el asfalto o la cinta para correr, el calzado con amortiguación para la carretera será la mejor opción.

3. Reserva tu zapatilla solo para correr

"Cada calzado tiene una expectativa de vida útil y cada vez que está en tu pie, está viviendo parte de esa vida", dice Chris Bennett, Global Head Coach de Nike Running. "¿Sientes que tu calzado no te brinda una gran respuesta inmediata y solo corriste unos 300 kilómetros? Sí, claro, pero viviste con ellos unos 800". Así que la próxima vez que salgas a hacer los mandados o recados, recuerda que usar el calzado de running puede significar una carrera menos en la carretera con ese par.

De manera similar, si tu costumbre es quemar preciados kilómetros en caminar con tu calzado de running para amoldarlos, prueba esta sugerencia del corredor de media distancia profesional Craig Engels: "Lo que hago es sacar las plantillas del calzado viejo y las coloco en el nuevo", dice y señala que las plantillas ya usadas evitan que el pie se acalambre y así puede arrancar a toda marcha con un calzado recién sacado de la caja.

4. Desamarra los benditos cordones

Cuando decimos que estos consejos son sencillos, es porque lo son. Incluso tomarse un breve momento para desamarrar los cordones (agujetas) a la larga pueden marcar la diferencia en la vida de tu calzado de running.

Cada vez que te quitas el calzado aún amarrado (por favor, no lo hagas) estarás desgastando la integridad estructural del talón. En cuanto el talón empieza a romperse, tus sesiones de running empeoran. Este mal hábito, que es muy común, también puede hacer que te pongas el calzado con los cordones aún amarrados en tu siguiente día de running. Estarás creando el doble de daño, sin mencionar que el soporte se reducirá por debajo del promedio. En conclusión, tómate el tiempo para desamarrar las zapatillas de la manera adecuada, por el bien del calzado y tu pie. Ambos ganarán.

Una buena idea es usar un calzador al ponerte y quitarte las zapatillas para proteger la tela interna y acolchado del talón.

¿Los cordones no son lo tuyo? Puedes optar por un calzado que sea fácil de poner y quitar o probar un par personalizado, con opciones de bloqueo regulable en modelos seleccionados. Una gran solución.

5. No te olvides de secar las zapatillas

La humedad que pasa desapercibida puede acortar drásticamente la vida útil del calzado. "Las bacterias crecen allí. Debes recordar que sudas dentro del calzado, además de correr por arroyos y charcos", explica el entrenador Bennett. "Un motivo por el que un calzado puede no llegar a los 500 o 600 kilómetros no es que haya perdido la funcionalidad, la amortiguación o la respuesta inmediata, sino que huele mal".

Para evitar esto, asegúrate de que el calzado se seque completamente después de cada carrera. Comienza por guardarlo en un lugar donde haya un buen flujo de aire.

¿Muy empapados? Ve un paso más allá y rellena el calzado con periódico arrugado para absorber el agua y acelerar el proceso de secado. También puedes usar arroz en nu balde grande o preparar bolsas de tela con arroz para secar el calzado, algo parecido al truco que de seguro usaste para extraer la humedad de un celular mojado o la sal.

Un consejo con el que están de acuerdo la mayoría de los corredores es evitar el secador. El calor elevado no es ideal para los pegamentos y agentes de unión que mantienen al calzado armado.

Guarda tus zapatillas en un lugar fresco y seco. Si están frías o mojadas, no te las pongas.

6. Da un respiro a tus zapatillas y prueba alternarlo con otro par

El calzado de running también necesita días de descanso. Es como darle una bebida de recuperación, bríndale un enfriamiento poscarrera para que esté listo la próxima vez.

¿Cuánto tiempo de descanso? Los ingenieros indican que no menos de 24 a 48 horas. Dicen que aunque el tiempo exacto de recuperación de un calzado depende de múltiples factores (material, peso, terreno, distancia), permitirle un tiempo amplio para la descompresión de la espuma de la entresuela después de una carrera ayudará a que brinden el soporte que necesitas para la siguiente salida y a retener más respuesta inmediata con el tiempo.

Si corres con más frecuencia, tienes un buen motivo para comenzar a intercalar el calzado. Aunque gastar en otro par es una inversión por adelantado, puede ayudarte a garantizar que tu calzado se mantenga en la mejor forma el mayor tiempo posible y evitar cambiarlo anticipadamente por el uso excesivo.

7. Cambia el terreno para mejor

"No todas las superficies son iguales", señala el Coach Bennett. "No necesitas la misma amortiguación cuando corres sobre césped, ya que este hace parte del trabajo por ti". Cuando puedas, sugerimos que alternes correr en superficies más suaves (césped, senderos, pistas, arena) para darle un descanso tanto a tu equipo como a tu cuerpo. Les aconsejaba lo mismo a los corredores de pista y campo traviesa de la secundaria, para quienes comprar varios pares de calzado de running era imposible. Pero incluso los corredores de élite como Craig apuestan por esta idea.

"Corremos entre 110 y 160 kilómetros por semana, y la meta es encontrar una superficie suave", dice Craig sobre el régimen de entrenamiento de su equipo y agrega que su pasto sintético (turf) preferido es la pista de ceniza. "Si corres en concreto, comprimes mucho más tu calzado".

8. Haz el seguimiento de tus kilómetros

Para el calzado de running, la edad es solo un número. Cuánto tiempo los hayas tenido importa menos que cuántos kilómetros hayas acumulado con ellos. Como lo explica el Coach Bennett: "No es una caja de leche", o sea, no tiene una fecha de vencimiento, así que siéntete libre para desempolvar un viejo par que no haya recibido mucho uso. Pero una vez que esté en movimiento, presta atención al kilometraje.

¿Una forma fácil de hacerlo? Con la Nike Run Club App. Etiqueta tu calzado y un objetivo de kilometraje; la aplicación automáticamente registrará tus kilómetros en cada carrera y te notificará cuando llegues al objetivo.

Aunque el kilometraje tampoco es lo más importante en la vida útil de tu calzado, es la manera más fácil de calcular el estado aproximado. Según los ingenieros de calidad de Nike, la mayoría de los diseños de calzado se prueban para durar un mínimo de entre 300 y 500 kilómetros. La palabra clave allí es "mínimo", así que si llegas a esa marca y tu calzado aún se ve y siente bien, no lo descartes todavía. Aún puede tener bastante para dar.

9. Entiende la diferencia entre el cuidado del calzado y el cuidado personal

En cuanto aparecen dolores y molestias leves, es probable que algunos corredores comiencen a buscar un calzado nuevo.

¿Las pantorrillas te duelen mucho luego de cada carrera?. Puede ser porque tu calzado está dañado y necesitas uno con más amortiguación, o podría ser simplemente que tienes las pantorrillas tensas y debes estirar un poco más. En otras palabras, quizás seas tú y no el calzado.

Cuanto más corras, más en sintonía estarás con tu cuerpo y tu equipo, y podrás resolver mejor los problemas que surjan. Mientras tanto, recuerda realizar el calentamiento y el enfriamiento en cada carrera antes de llegar a conclusiones sobre el calzado. Y, por supuesto, monitorea de cerca cualquier incomodidad recurrente o constante.

10. Aprende cuándo y cómo lavar el calzado

Limpiar el calzado evita que todo el polvo y la suciedad queden atrapados en las costuras y áreas donde no es deseable que esté. Aporta longevidad al material, si lo lavas bien, durará más.

A algunos corredores les gusta limpiar el calzado a fondo con un jabón neutro y agua de tanto en tanto, como una vez por mes.

Otros optan por técnicas más delicadas para mantener su calzado en buen estado. Limpiar el exceso de lodo sobre un poco de pasto, usar un palo para retirar los restos de suciedad pegados a la suela y usar toallas de tela reutilizables cuando sea necesario.

Muchas personas preguntan si pueden meter el calzado en la lavadora, lo recomendable no es hacerlo es preferible tomarse el tiempo de lavarlo a mano. Tómalo como otra oportunidad para crear un vínculo con tu calzado.

11. Repara lo que puedas

El calzado de running es complejo, pero repararlo no tiene que serlo también. Si las cosas se rompen pero la estructura general todavía es buena, se puede reparar. "Puedes googlear cualquier cosa".

Aunque las grandes reparaciones estructurales deberían dejarse en manos de profesionales, los arreglos básicos de la parte superior y la suela son algo que cualquier corredor puede intentar hacer. A veces es tan fácil como cambiar los cordones, si están deshilachados, o reforzar áreas de mucho desgaste con un trozo de cinta o una costura.

12. Reconoce y celebra la jubilación de tus zapatillas

"El objetivo no es extender la vida de un calzado por toda la eternidad, sino que dure el tiempo para el que fue diseñado", dice Coach Bennett. "No intentamos traer un calzado muerto del más allá".

Entonces, ¿cómo puedes darte cuenta de que el calzado llegó al final del camino? Existe una cantidad de factores que debes considerar. Primero, el kilometraje que haya acumulado. (Recuerda: entre 300 y 500 kilómetros es la duración ideal de acuerdo con los ingenieros de calidad). Luego, controla tu calzado y tu cuerpo. ¿Muestra señales visibles de desgaste? ¿La suela ya no tiene relieves y es solo una superficie lisa? ¿Obtienes menos respuesta o necesitas períodos de recuperación más largos después de una carrera? Si esto te suena familiar, entonces… ¡felicitaciones! Le diste a tu calzado una vida larga y gratificante. Debes sentir orgullo y, obviamente, dejar de correr con él.

Aunque ya no podrá salir a correr contigo, esto no significa que tengas que despedirte para siempre. Si tu viejo calzado todavía está en una buena condición de uso, puedes optar por darle una segunda vida como calzado para caminatas diarias o para realizar tareas de jardinería. Incluso puedes donarlo a un nuevo dueño. Una vez que realmente esté acabado, puedes descartarlo, sea el tipo de calzado atlético que sea, en las Nike Stores seleccionadas que participen en los programas de reciclado.

13. Qué zapatilla running comprar

Compra unas zapatillas que se ajusten a tus pies y que satisfagan tus necesidades biomecánicas. Si tiendes a la sobrepronación o supinación, cómprate unas zapatillas con un diseño pensado para ofrecer estabilidad y amortiguación.

Ahora que lo sabes, corre la voz

Tus hábitos diarios suman: imagina la diferencia que pueden marcar nuestras acciones colectivas cuando todos trabajamos juntos. Si aprendiste algo nuevo sobre cómo cuidar tu calzado, compártelo con otros.

La comunidad del running es un gran lugar donde hacerlo, porque está lleno de personas realmente consideradas que aman salir al aire libre para disfrutar una buena carrera. Esa conexión con el medio ambiente está incorporada. Normaliza el cuidado de las cosas que posees. Cuanta más gente lo haga, más cambiará la cultura.

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